La ley del amor, identifica la Historia de salvación. Este amor del Señor a su pueblo tuvo una concreción especial en la historia de Israel: la fundación de la ciudad del mesías. Efectivamente, Jerusalén fue objeto de un amor especial de Dios. Los salmistas y los profetas cantan este amor. El Señor ha escogido el monte Sion porque lo ha amado (Sal 76,68); ama las puertas de Sion más que cualquiera otra de las moradas de Jacob (Sal 87,2). Este amor es fuente de esperanza y de gozo; por eso el profeta anima a Jerusalén, asegurándole que el Señor la renovará por medio de su amor (Sof 3,16s). Este amor divino se encuentra en el origen del prodigio del maná, con el que el Señor alimentó a su pueblo durante el éxodo (Sab 16,24ss). Este amor de Dios a Israel fue reconocido también por el pagano rey de Tiro (2Crón 2,10), mientras que Pablo proclama que los judíos, incluso después de haber rechazado a su mesías y salvador, son amados por Dios por causa de los padres, puesto que los don
Vivir con Autenticidad mi fe y compromiso cristiano...