Presencia de la Iglesia en el mundo
En
el Evangelio según San Juan el Señor dice: “Porque tanto amó Dios al
mundo, que dio a su Hijo único” (3,16). Conforme esta solemne
afirmación, y lo que a ella sigue, la Iglesia tiene recibido de su mismo
Señor un paradigma fundamental en orden a su actitud ante el mundo y su
presencia en él: el “mundo” no está a priori condenado; antes
bien, debe ser “amado”. Cuando se tiene presente, como lo tenemos todos,
que somos también, en su real sentido, “el mundo”, lo que éste es; y
(se puede añadir), lo que la palabra significa en el mismo Evangelio, se
puede apreciar a la vez la profundidad y la absoluta originalidad de
esta sentencia evangélica. Se podría decir, a modo de comentario o de
glosa, que solamente Dios mismo, quien creó y redimió este mundo, y se
propone, a pesar de todo, santificarlo, es capaz de amarlo; y de amarlo
como lo ama, entregando a su propio Hijo unigénito. La Iglesia encuentra
así marcado su camino en el mundo. Y como “mundo” equivale aquí a
género humano; o más exactamente, a hombres y mujeres concretos, como
nosotros, se comprende el sentido de la frase programática de Juan Pablo
II, ya desde el principio de su pontificado, en su primera encíclica Redemptor hominis: “el hombre (y la mujer también) es el camino de la Iglesia”.
Los
cinco modos no pretenden ofrecer una lista exhaustiva; y en parte,
quizás, algunos se recubren con otros. No obstante, diría que describen
adecuadamente, a la luz de la frase evangélica citada y de la enseñanza
conciliar, cómo y por qué y para qué la Iglesia, que está en el mundo,
pero se distingue en él, no teme entrar en él y operar en él, en vista
de su fin. Se podrá advertir también una cierta progresión de un modo de
presencia al siguiente, sobre todo, en relación con el último que
expondré: lo cual no excluye que, en realidad, todos se compenetran y
unos presuponen los otros. Distinguirlos, sin embargo, es importante.
- El primer modo, es la presencia geográfica de la Iglesia en el mundo. Esto puede parecer modesto, y confrontado con lo dicho recién, hacer figura de anticlímax: ¿qué tendría que ver la geografía con el amor de Dios por su creación y la venida de su Hijo al mundo? En primer lugar, el amor de Dios no excluye ninguna persona, raza, nación o cultura.
- El segundo modo es de presencia: la Iglesia presente en la cultura y en las culturas. Este segundo modo puede ser expresado con una fórmula, aparentemente simple, pero colma de significado: no basta llegar, hay que entrar. ¿Qué significa entrar? Una vez más, ayudará volver a la cita evangélica inicial: Dios Padre mandó a su Hijo único, el cual, dice el mismo Evangelio al principio (1,14): “se hizo carne y puso su tienda entre nosotros”.
- El Tercer modo, algo semejante, y con las mismas consecuencias paradójicas, sucede con un tercer modo de presencia de la Iglesia en el mundo, que desde hace cien años se ha vuelto particularmente importante y además conflictivo. Es la presencia de la Iglesia en lo social; y en esto entiendo también, lo económico y lo político.
- Un cuarto modo de presencia de la Iglesia en el mundo, que de alguna manera, resume todos los anteriores. El Papa, en efecto, encarna y representa la Iglesia entera. Así, su presencia en los cinco continentes es signo y causa justamente de la presencia geográfica de la Iglesia, o de la catolicidad extensiva; de su presencia en las culturas, o de la catolicidad intensiva; y de su misión en lo social, o sea de su preocupación por el destino temporal, además del eterno, de los hombres y mujeres de este mundo.
- Pasemos al último modo, diverso de los anteriores, y quizás más difícil de apreciar que los otros, aunque también representado y encarnado por el Papa. Lo llamaré la presencia sacramental. Al usar este término del vocabulario teológico, pero que los católicos usamos cotidianamente, cuando decimos, por ejemplo, sacramento del Bautismo o sacramento de la Eucaristía, entiendo usarlo en su sentido propio, aplicado a la Iglesia. Creo que esto nos ayudará a comprender mejor, y así a valorar adecuadamente, el sentido profundo de la presencia de la Iglesia en el mundo.De este modo, la presencia de la Iglesia en el mundo no existe sino para que ese mundo, tal cual es, pero por Dios amado, reciba a Jesucristo y lo reciba dando de sí todo lo que él es y tiene, lo bueno, lo estupendo, lo glorioso, pero también, inseparablemente, lo indigno, lo miserable y lo malo.
ACTIVIDAD INDIVIDUAL..... (Mandarlo por correo)
a) Explica cómo la Iglesia hace presenica en el mundo....?
b) Cuál es tu punto de visto acerca del fragmento resaltado con color verde..?
c) Resume en una idea cada uno de los "cinco modos" ( una idea para cada modo)
d) el “mundo” no está a priori condenado; antes bien, debe ser “amado.." Porqué esta afirmacion es cierta o falsa..?
e) Qué expresan o que mensajes dejan las dos imagenes de este blogs..
f) Cuál es tu pensamiento acerca de presentar y realizar las actividades por este medio o recurso...?
NOTA.... Esta actividad debes realizarla en documento word, resolver las preguntas, marca con tus datos el mismo y enviarlo a los siguientes correoswillort@gmail.com wildacar@gmail.comFecha para enviar esta actividad Sept. / 04 / 2012Sígueme @wiltorb
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